Miomas uterinos


MIOMAS UTERINOS


Los miomas uterinos o fibromas o leiomiomas, son los tumores sólidos más frecuentes de la pelvis femenina. Estos tumores benignos derivan del músculo uterino, y se estima que estarán presentes en el 70% de las mujeres. La máxima incidencia es en la quinta década de la vida. Su desarrollo y crecimiento está íntimamente ligado a factores hormonales. No se ha podido demostrar que los miomas puedan llega a malignizar.

 

TIPOS DE MIOMAS

Según la localización que presenten en el útero, se habla de 4 tipos de miomas:

  • Subserosos: mayoritariamente en la superficie del útero.
  • Intramurales: en el espesor de la pared uterina.
  • Submucosos: debajo de la capa interna del útero, deformando su cavidad.
  • Transmurales: abarcan todo el espesor de la pared uterina dese la superficie hasta la capa interna.

SÍNTOMAS

La mayoría de los miomas uterinos no generan síntomas, siendo muy frecuente su diagnóstico en una revisión rutinaria en la consulta de ginecología. Entre los síntomas más frecuentes podemos encontrar:

  • Sangrado uterino anormal: es sin duda el síntoma más frecuente. Habitualmente se debe a la presencia de miomas submucosos.
  • Dolor pélvico y sensación de presión: generalmente debido al crecimiento de los miomas y su presión sobre estructuras vecinas. Puede aparecer dolor con la menstruación, dolor con las relaciones sexuales, lumbociática, molestias miccionales, y molestias con las deposiciones.
  • Dificultad para conseguir embarazo (sobre todo miomas submucosos), aumento de la tasa de abortos, y efectos adversos en el curso de los embarazos.

 

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

El diagnóstico de los miomas se basa en dos pilares fundamentales: la exploración y la ecografía ginecológicas. También es frecuente el uso de otras pruebas complementarias como la resonancia magnética (RM), la histeroscopia, o la tomografía axial computarizada (TAC).

Las posibilidades de tratamiento de los miomas son múltiples, desde aquellos tratamientos que se dirigen a paliar los síntomas de los miomas, hasta aquellas intervenciones encaminadas a su extirpación o destrucción.

  • Dentro de los tratamientos médicos, en los últimos años el acetato de ulipristal ha supuesto una auténtica revolución, consiguiendo un excelente control en el crecimiento y en los síntomas de los miomas.
  • El tratamiento quirúrgico más habitual es la miomectomía (extirpación del mioma) que se puede llevar a cabo vía laparotómica, laparoscópica, o histeroscópica. La realización de cada técnica dependerá de la localización y el tamaño del tumor.
  • También existen técnicas no invasivas para el tratamiento como son el tratamiento con ultrasonidos, embolización, o láser; aunque cada caso debe ser evaluado de forma individualizada.

Sin duda es el ginecólogo de la paciente el que debe asesorarle en la forma más adecuada de tratamiento de los miomas, si es que se precisa tratamiento.

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